¿Por qué estamos aquí?


Permítame el señor Sánchez Dragó (don Fernando) citar aquí unas palabras suyas de sus "Muertes paralelas" que ilustrará nuestra idea:

"Patulea formada por los oportunistas, estraperlistas, caraduras, hominicacos y pescadores de toda laya... (...) En ese zoo y madriguera de bípedos implumes e invertebrados es donde ahora buscan y cosechan votos suficientes para, desgobernándolo todo, gobernar el país los chiquilicuatres que en ello andan."

Por eso estamos aquí y renegamos de parecer elitistas pero, sencillamente, hemos llegado a un punto en el que estamos hartos de que los politarcas que rigen esta politarquía, los gurús que administran nuestra democracia, secuestren nuestro voto con mentiras y falsas promesas y conviertan este noble y antiguo país en un circo; que intenten engañarnos, mentirnos, manipularnos de las formas más infames, viles y groseras y que en la mayor parte de las ocasiones lo consigan con un pueblo adormecido por el opio del futbol y la telebasura, con la finalidad última no del bien común sino poder seguir esta casta social parasitando a costa de la mamancia de los presupuestos.

Y otra vez el Sr. Sánchez Dragó: "Envidia, odio, vulgaridad, incultura, parasitismo, limosnerismo, gorronería, gorrinería: eso es algo de lo que, entre otras muchas cosas la define."



jueves, 21 de enero de 2010

El fariseísmo de los politarcas

(...)

Bitácora. Anotación  27-02-2009

En estos dias que corren en este circo mediático en que se ha convertido la actividad de los politarcas en España, donde cunde el más vil y deleznable porterismo,  los gurús y pontífices que nos "administran" la democracia gustan descalificarse mútuamente con farisaicos anatemas del tipo que decir tal o cual cosa es antidemocrático : "decir, como ha dicho NN que (... bla bla bla...) es antidemocrático y eso no se puede decir públicamente" y frases por el estilo que hemos oído en declaraciones y entrevistas.

Decir algo ¿es antidemocrático? Creo que decir, expresar una opinión o creencia, no es precisamente antidemocrático, sino la expresión de uno de los derechos fundamentales del ser humano recogidos en la Carta de las NN.UU. y en las constituciones de las democracias occidentales: el derecho a expresarse  y a opinar libremente y a difundir las ideas por cualquier medio. Derecho que nos hemos ganado la ciudadanía en una pugna multisecular que viene durando desde el siglo XVIII en occidente y que en muchos, muchisimos lugares del mundo aún, regidos por fundamentalismos religiosos o dictaduras de caracter tribal es  para muchos un sueño muy lejano todavía.

Lo que, por el contrario,  si es verdaderamente antidemocrático y delictivo emprender acciones que violen esos derechos fundamentales. Aclaremos con un ejemplo: opinar alguien libremente que no le gustan las personas de tal etnia será un prejuicio; se le podrá tildar de xenófobo... pero no deja de ser una opinión personal expresada tan libremente como la contraria que se quiere imponer. que nos tiene que gustar todo el mundo incluso quienes nos detestan y quieren cambiar nuestro modo de ser y pensar. y dependerá de tendencias sociales, gustos políticos, y creencias personales.... En cambio si de las palabras que expresan opiniones se pasa a los hechos, discriminar a alguien y privarle de sus derechos por su etnia o cualquier otra condición social -como sucedía en los EEUU hasta los años 70 con las personas de color-  eso sí es antidemocrático, incluso delictivo y, por tanto punible.

Otro ejemplo: Cualquiera tiene derecho a declararse públicamente republicano y a defender su ideología política, incluso en el seno de una monarquia parlamentaria como la española y/o a declararse independentista, a pesar de que sea contrario a la estructura constitucional del Estado aprobada en su día democráticamente en referendum por la mayoría de los ciudadanos. Pero en cambio lo que sí será antidemocrático es imponer esas ideas  a la fuerza, contra la voluntad expresada en las urnas por la mayoría o las acciones públicas de incumplimiento de la legislación legal y democráticamente aprobada en un parlamento sobre símbolos del estado, por ejemplo.

Es antidemocrático obtener unos exiguos resultados electorales y violentando la voluntad popular democráticamente expresada en las urnas, convertir en minoría parlamentaria mediante alianzas, coaliciones y pactos postelectorales  a quienes obtuvieron la mayoría en esas urnas y dar el gobierno a grupúsculos y partidos a quienes el pueblo no se lo dió. Las coaliciones se forman para concurrir a las elecciones, no son posteriores. Eso es un fraude de ley y un engaño al electorado.

Es antidemocrático pactar con terroristas cuando la opinión mayoritaria y masiva de la ciudadanía expresada mediante encuestas -incluso gubernamentales- demanda a los gobernantes dureza y rigor en la aplicación de las leyes y no pactar ni hacer concesiones de ningún tipo.

Es antidemocrático y un verdadero abuso de poder que cuando un 80% de la ciudadanía encuestada, independientemente de sus ideas políticas, exige la implantación de la cadena perpétua con cumplimiento pleno, sin remisón, para determinads delitos, que un presidente del gobierno diga que el no "cree" que esa sea una solución. Lo que usted crea es asunto suyo particular, pero como gobernante democráticamente elegido se deberá a la ciudadanía y no a una creencia particular que no figuraba en ningún programa electoral. Y que el partido de ese presidente admita a tramite una propuesta de Ley sobre un tema menor en una autonomía por la recogida de 120 mil firmas que representan el 1,6% de su población es algo que mueve a la cólera e indigna.

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